Diego de Marcilla e Isabel de Segura se reencuentran tras cinco años
El buen siguió
acompañando durante la jornada de este sábado, lo que permitió la afluencia de
público a las escenas, eventos, pasacalles y en general a las actividades para
todos los públicos que ofrece el programa de Las Bodas de Isabel, volviera a
ser muy alta un día más. También turolenses y visitantes pasaron por el mercado
medieval, el campamento militar y las haimas de la Federación de Grupos, como informan desde Eco de Teruel.
La villa del
Siglo XIII en la que se ha convertido Teruel este fin de semana vivió ayer su
máximo apogeo con la representación de las escenas culminantes de la tragedia.
Cuando nadie
ya, quizás solo la propia Isabel de Segura, lo esperaba, Diego de Marcilla
volvió a Teruel dentro del plazo de cinco años prometido. En este tiempo, el de
Marcilla había conseguido hacerse digno, a ojos de la familia Segura, del amor
de Isabel. Junto a su fiel escudero Esteban, Diego atravesó el Portal de Daroca
con un único propósito: ver cuanto antes a su amada. Una ilusión que se rompió
en el momento en el que los vecinos de Teruel le contaron las nuevas de la boda
de Isabel con Don Pedro de Azagra. Sin querer creerlo, ni siquiera cuando
fueron sus propios padres quienes se lo confirmaron cuando se reencontró con
ellos en la Plaza de la Catedral, Diego decidió que necesitaba de una
explicación que le hiciera entender ese despropósito. Y, agarrado a la
esperanza de que todo fuera una pesadilla de la que despertar, se dirigió hacia
la que ahora era la casa de Isabel, el hogar de los Azagra.
Allí supo
que no era un mal sueño: Isabel se había desposado con Don Pedro. Por un día,
Diego había llegado tarde. Tal y como le confesó Alonso de Fuenmayor, fue él
quien dijo a las gentes de Teruel que le vio muerto en el campo de batalla, lo
que propició la boda de Isabel.
Sin pensar
en las consecuencias, o quizás sabedor de ellas, pero decidido a luchar por
Isabel, Diego entró en plena noche en la casa de Azagra, para poder ver el rostro
de quien le había mantenido con esperanza los últimos 5 años. Sin embargo, el
reencuentro con Isabel no pudo ser más amargo. Al verlo, ella recupera la
cordura y se da cuenta del error cometido. Ante la negativa de ella de partir y
emprender una vida juntos, él le pide un único beso antes de marchar, pero
Isabel se lo niega por ser una mujer casada. Es entonces cuando el corazón de
Diego no puede soportar tanto dolor y muere. Consciente de que acaba de perder
al amor de su vida, Isabel llora desconsolada.
Con la Muerte de Diego y el Lamento de Isabel concluyeron las escenas del sábado de Las Bodas de Isabel. La jornada del domingo comenzará con la Comitiva de los funerales de Diego de Marcilla, desde la Calle del Salvador hasta la Plaza de la Catedral. Allí tendrán lugar las Exequias fúnebres de Diego y muerte de Isabel, y desde este lugar partirá la Comitiva de los funerales de Isabel y Diego hasta la Plaza del Seminario. Los asistentes podrán ver allí el Romance del ciego, la Oda a los Amantes, el Momento del Beso con la invitación a besarse en honor a los Amantes y Los latidos de los Amantes.