La Generalitat tratará como en riesgo de despoblación los pueblos con menos de 300 habitantes
La Generalitat considerará municipios en riesgo de
despoblamiento los pueblos con menos de 300 habitantes o las áreas con una
densidad de población inferior a las doce personas por kilómetro cuadrado.
Para ello se destinarán medidas económicas, sociales
y culturales específicas para revitalizar las zonas de interior, según se
establece en el proyecto de Ley Integral de Medidas contra el Despoblamiento en
la Comunitat Valenciana que este miércoles ha defendido en el pleno de Les
Corts la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela
Bravo. La consellera ha recordado que una cuarta parte de las localidades de la
Comunitat Valenciana pierden población de manera continua desde hace décadas.
En concreto, el 40% de los pueblos valencianos tiene
menos de 1.000 habitantes y de los 542 municipios de las tres provincias, 172
muestran un índice de envejecimiento superior al 250 %, lo que quiere decir que
hay 25 personas mayores de 64 años por cada 10 menores de 16.
El fenómeno no solo se produce en comarcas de interior
como Els Ports de Morella, L’Alt Maestrat, L’Alcalatén, El Alto Mijares, El
Alto Palancia, El Rincón de Ademuz, La Serranía, La Plana de Utiel-Requena, El
Valle de Cofrentes y Ayora, la Canal de Navarrés y parte de la Vall d’Albaida,
L’Alcoià y el Comtat, sino que también se da en algunas de las zonas de
interior de comarcas litorales como el Baix Maestrat, la Plana Alta y Baixa y
las dos Marinas.
La despoblación, según la consellera, "se ha
convertido, en un problema estructural que afecta a una parte sustancial de la
Comunitat Valenciana y que reclama una acción integral, multisectorial y
estable por parte de los poderes públicos tal y como recoge este proyecto de
ley”.
En este sentido, Bravo ha relatado que el Consell ya
ha llevado a cabo iniciativas como la instalación de 141 cajeros automáticos en
130 poblaciones que carecían de ellos, la promoción cultural y natural a través
de la Ruta 99 o las líneas de crédito, fiscalidad diferenciada o los incentivos
para el transporte a demanda.
"La experiencia acumulada con estas iniciativas
da lugar a este proyecto de ley que culmina un proceso iniciado la pasada
legislatura y que se ha traducido en una norma de 42 artículos y cuatro
títulos", ha afirmado.
En concreto, el Título III del proyecto de ley recoge
las medidas que tienen por objeto la cohesión social, económica y territorial
ante el despoblamiento entre las que destacan el acceso a los servicios de
emergencias y urgencias sanitarias y el mantenimiento de la atención sanitaria
presencial, al tiempo que se promoverá la telemedicina, según la Generalitat.
En materia educativa, se impulsará especialmente la
estabilización de las plantillas docentes en la escuela rural y se incentivará
la ocupación de plazas de difícil cobertura, además de promoverse servicios
itinerantes de actividades extraescolares.
Respecto a los servicios sociales, se procurará que
los destinados a personas dependientes estén ubicados a un máximo de 20
kilómetros de sus casas y se favorecerá atención en el domicilio y en el entorno
social próximo.
Además, se dispondrá de forma preferente la
teleasistencia avanzada a personas mayores que vivan solas o en domicilios
aislados.
También se establece en la nueva ley que los
Juzgados de Paz se transformarán en oficias judiciales tecnológicamente
avanzadas y se apuesta por los servicios de orientación jurídica de proximidad.
En materia cultural, se plantean medidas contra el
aislamiento e instrumentos innovadores como los bancos de memoria o de
recuerdos, para dar valor y conservar el conocimiento y la experiencia
acumulada por las personas mayores.
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