Riodeva inspira un proyecto premiado sobre los 'huérfanos' de la banca en el medio rural
“Mis abuelos viven en una pequeña localidad de
Teruel donde no hay sucursal bancaria ni un cajero automático y los más
próximos se encuentran a unos 40 kilómetros. Hasta la pandemia, un empleado de
banca se desplazaba una vez al mes a la localidad pero, desde entonces, este
servicio también ha desaparecido”. Este es el punto de partida del trabajo por
el que Javier Esteban (Zaragoza, 1991), profesor de Derecho Administrativo en
la Universidad de Zaragoza, ha recibido el Premio Finsalud, que otorga la
fundación homónima y cuyo acto de entrega se celebró en la Sede del Consejo
General de la Abogacía Española, en Madrid.
“Aunque la exclusión financiera es un fenómeno que
afecta a muchos colectivos, me interesé por la problemática por una cuestión
personal”, afirma Esteban a Aragón Noticias, quien encontró la inspiración en la actual situación
de los habitantes del municipio turolense de Riodeva. Su trabajo, denominado
‘La actividad bancaria como servicio de interés económico general: de la
regulación a la prestación obligatoria de servicios’, fue publicado el pasado
mayo en la revista especializada ‘Derecho del Sistema Financiero: mercados,
operadores y contratos’. En él, el doctor en Derecho analiza qué posibilidades
existen para que los poderes públicos configuren derechos de los ciudadanos a
recibir ciertos servicios financieros esenciales, imponiendo obligaciones a los
operadores económicos.
"Vi cómo mis abuelos y otros vecinos de la
localidad, muchos de ellos de edad muy avanzada y que no tienen las habilidades
para usar los servicios de banca 'online', se quedaban huérfanos de servicios
bancarios y tenían que confiar en familiares que viven o trabajan en Teruel
para hacer las operaciones más básicas: transferencias, domiciliaciones, pago
de recibos o retirada de dinero", comenta sobre el punto de partida de su
análisis. "Me pareció muy duro que personas que hasta ese momento eran
autónomas se quedasen desvalidas y necesitasen a terceros para desarrollar una
vida 'normal'. Además, me pregunté qué ocurriría con quienes no tienen
familiares más jóvenes que puedan prestarles ayuda".
El origen
"El negocio bancario ha cambiado de forma
notable en los últimos tiempos. Así, la profunda crisis financiera vivida, el
auge de nuevos operadores que prestan sus servicios exclusivamente por medios
telemáticos o el mantenimiento de unos tipos de interés históricamente bajos
durante casi una década han lastrado la rentabilidad de la banca",
argumenta el joven zaragozano sobre el origen de este problema. Para el doctor,
esta transformación ha provocado un incremento de las comisiones y una apuesta
por la reducción de costes. "Ello ha supuesto el cierre de una gran parte
de la red de oficinas y una reducción notable de la plantilla, derivando una
gran parte de la operativa hacia herramientas de banca 'online'. Estas
circunstancias pueden llevar a la exclusión financiera de algunos clientes
tradicionales", añade.
"Aunque la adaptación al cambio sea algo
natural, no debe olvidarse el papel esencial de algunos servicios financieros y
la necesidad de que los mismos sean accesibles para todos los ciudadanos",
recuerda Esteban.
Un modelo
similar al postal
"Dada la importancia de estos servicios, cuando
los mismos no se prestan correctamente por el mercado, cabría que los poderes
públicos impusiesen su prestación obligatoria, fijando ciertos requisitos de
calidad, regularidad, accesibilidad y asequibilidad", propone el doctor en
Derecho como posible solución.
"Aunque suene extraño es algo que se prevé
desde hace tiempo en otros sectores económicos como el postal -donde existe el
derecho a enviar una carta a cualquier localidad de España por un precio único,
aunque ello pueda no ser rentable para el operador- o el de transporte por
ferrocarril. Se trataría de alcanzar un equilibrio entre la libertad de empresa
de los prestadores de servicios financieros y la garantía de ciertos derechos
de los ciudadanos", resume.
Una carrera
ejemplar
Antes de recoger este reconocimiento por su trabajo,
Javier Esteban ya sabía lo que implica recibir un galardón de ámbito estatal.
Licenciado en Derecho y en Administración y Dirección de Empresas en 2015, fue
reconocido con el Premio Nacional del Ministerio de Educación y con los premios
extraordinarios fin de carrera de la Universidad de Zaragoza en cada una de las
titulaciones. Además, también ha sido premio extraordinario de doctorado.
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