El Mercado Central de Valencia pide un helipuerto que garantice el suministro de frescos
La Asociación de Vendedores del Mercado Central de València ha presentado una instancia al Ayuntamiento en la que solicita la instalación de un helipuerto en el entorno del recinto con el fin de garantizar el suministro de productos frescos, como alternativa a la propuesta municipal de cambiar el sentido del tráfico en la calle Calabazas.
Los vendedores se concentrarán este miércoles, a las
12.30 horas, en la puerta de la Pescadería, en la Plaza Ciudad de Brujas, para
visibilizar esta reclamación al considerar “inviables e ineficaces” las
alternativas ofrecidas por el consistorio, informa la asociación en un
comunicado.
Los vendedores manifestaron en un escrito,
presentado el pasado 19 de octubre, su oposición a la propuesta municipal de
cambiar el sentido del tráfico en la calle Calabazas por considerar que esta
medida imposibilitaba la logística de carga y descarga necesaria para mantener
la actividad del mercado.
Del mimo modo, reclamó al consistorio que cumpliera
su compromiso verbal de no poner en funcionamiento las cámaras de control de
tráfico en la zona hasta que finalizaran las obras de reurbanización del
entorno.
La presidenta de la asociación, Merche Puchades,
considera esta medida una “aberración” que denota una “falta absoluta de
empatía” ante el impacto que genera en la actividad diaria de este mercado, ya
que obliga a todos los vehículos que descargan en la única zona que actualmente
tienen para descargar (calles Calabazas y Palafox) a girar por la calle
Linterna y cruzar Músico Peydró, que es una calle peatonal, o dar la vuelta por
toda la ciudad”.
Puchades lamenta además que “olvida que el Mercado
Central tiene una actividad comercial de casi 300 puestos, donde, además de los
mismos vendedores, vienen cerca de 500 proveedores diferentes a lo largo de la
semana para reparto de mercancías” y reitera su malestar porque el Ayuntamiento
haya sido “incapaz de retrasar unos meses estas medidas de control de tráfico,
en respeto a una actividad comercial de la que dependen muchas familias”.
La Asociación de Vendedores del Mercado Central
decidió presentar formalmente una solicitud al Ayuntamiento, mediante instancia
por Registro de entrada, el pasado 19 de octubre, tras tener conocimiento de
que la Concejalía de Movilidad se disponía a poner en funcionamiento la cámara
ubicada en la calle de María Cristina.
El consistorio informó asimismo de que todas las
cámaras del Área de Prioridad Residencial de Ciutat Vella Nord entrarían en
funcionamiento de manera informativa hasta el 1 de diciembre, fecha en la que
se empezarán a imponer sanciones económicas.
La asociación solicita que no se pongan en
funcionamiento las cámaras de las calles María Cristina y Vieja de la Paja
hasta el fin de las obras o, al menos, hasta que se pueda circular por la Plaza
Ciudad de Brujas, para que los vehículos autorizados puedan seguir en línea
recta hacia la calle Carda y los no autorizados puedan girar por la rotonda que
va a permitir el cambio de sentido en la plaza Ciudad de Brujas hacia la Plaza
de San Agustín.
Piden asimismo no cambiar el sentido de la calle
Calabazas hasta que no esté abierto el acceso por la Plaza Ciudad de Brujas, ya
que es la única forma de acceder a los solares cuando los vendedores sacan su
vehículo del sótano del Mercado Central (habilitado para carga y descarga solo
hasta las 11:00 horas).
Reclaman por último “comprensión y empatía, no solo
con los cerca de 80 vendedores que se autoabastecen, cargando y descargando
personalmente, sino también con los 500 proveedores que suministran género a la
totalidad de puestos de venta del Mercado Central”.
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