La granja de lombrices que procesará en Teruel 4.000 toneladas de heces


ADEMUZ DIARIO | El beneficio se obtiene con la materia resultante de la digestión de las lombrices: se comen el estiércol, aprovechan parte de sus componentes y el resto lo expulsan convertido en humus, que se paga actualmente a unos 15 céntimos el kilo
La localidad turolense de Torremocha acaba de estrenar una curiosa granja: un ejército de lombrices dedicado a reproducirse y a procesar toneladas de heces para convertirlas en abono cien por cien natural.

Según informa el diario ABC, la empresa ha sido impulsada por dos hermanos oriundos de la zona, Agustín y Raúl López Millán. Su idea, diseñada a conciencia durante varios años, se ha convertido en Agroindustrial Sierra Palomera S.L., que ha nacido con el apoyo de los fondos europeos de desarrollo rural.
La empresa ha arrancado con una inversión de 200.000 euros, de los que 51.000 han sido subvencionados por el grupo que gestiona los fondos europeos Leader en la comarca de Teruel. La explotación ha tenido que ser preparada técnicamente para obtener los rendimientos adecuados. Una de las inversiones de mayor relevancia ha consistido en instalar los sistemas automatizados de extracción de agua y riego controlado por aspersión.
«Ya hemos comprado y traído 250.000 lombrices californianas y estiércol de una explotación de terneros de engorde de Monreal del Campo», han relatado al Diario de Teruel. Y es que esas son las dos materias primas básicas de esta explotación: lombrices y heces.
Las 250.000 lombrices han sido repartidas en grandes hileras de estiércol que se han extendido en una finca de cinco hectáreas, de las que por el momento utilizan solo una parte de hectárea y media. La finca está junto a la Autovía Mudéjar (A-23), que conecta Zaragoza con Valencia a través de Teruel. Cuando la explotación esté a pleno rendimiento podría tener en producción simultánea 24 grandes hileras de estiércol llenas de lombrices.
La actividad productiva se centra en estos momentos en dos vertientes a la vez: la reproducción de las lombrices, para que se multipliquen con rapidez, aunque de forma controlada; y, mientras tanto, ya están procesando el estiércol que se les ha aportado. Tanto la reproducción como el procesamiento de heces entran dentro de lo que es la vida natural de estos gusanos, que se alimentan de tierra para nutrirse con sus componentes orgánicos.
El plan de negocio de Agroindustrial Sierra Palomera prevé que, dentro de tres años, la reproducción de las lombrices les permita contar con 25 millones de ejemplares, cantidad suficiente para procesar de forma estable 4.000 toneladas de estiércol al año, que tras comérselo las lombrices se convertirán en 2.300 toneladas de producto final, de humus. Del estiércol que se comen las lombrices, el 45% desaparece tras comérselo y el resto, tras digerirlo, lo excretan convertido en humus.
El beneficio se obtiene con la materia resultante de la digestión de las lombrices: se comen el estiércol, aprovechan parte de sus componentes y el resto lo expulsan convertido en humus, que se paga actualmente a unos 15 céntimos el kilo. Se trata de un preciado abono natural de altas prestaciones, por los compuestos orgánicos que tiene, y además ofrece un rendimiento añadido por su capacidad para mantener la humedad del terreno.

EN TITULARES