El Rincón existe
ADEMUZ DIARIO | Varias comarcas valencianas viven en la
precariedad de los servicios más elementales; y dependen de Teruel, Cuenca o
Albacete
© Francisco Pérez Puche-Las Provincias |
Si usted quiere hacer una reserva en Casa Domingo de Ademuz, si quiere dormir
en el albergue Los Centenares de Castielfabib, si por lo que sea le interesa
hablar con el Ayuntamiento de Torrebaja, no lo dude: usted va a marcar
teléfonos que empiezan por 978. Que es, precisamente, el prefijo telefónico de
la provincia de Teruel. Y no pasa nada, faltaría más. Pero es un indicio, una
clara señal...
Cada vez que oigo hablar
de la «España vaciada» me acuerdo del Rincón de Ademuz. Cuando se menciona el
partido Teruel Existe, cuando se habla de ese flamante diputado que está dando
visibilidad política a una provincia con muchos problemas, me acuerdo de
algunos buenos amigos del Rincón, que desde hace años claman contra un insistente
abandono administrativo y político en el que lo del prefijo telefónico es
apenas una anécdota instaurada hace un montón de años, cuando Telefónica
organizó sus redes y la llegada del teléfono era una bendición, tuviera el
número que tuviera.
Internet y la telefonía
móvil siguen siendo una tómbola en el Rincón: casi nunca te toca. Los expertos
de la ciudad dicen que hay que potenciar el emprendedurismo en las zonas
vaciadas pero luego vienen los problemas reales. Y no es solo el Rincón,
evidentemente: desde la Matarraña hasta Ayora y Navalón hay una franja de
territorio valenciano, de más de 5.000 kilómetros cuadrados, que da índices de
despoblación y envejecimiento de los más altos de Europa. Y que ni encuentra
resortes de respuesta adecuados ni el calor político conveniente...
- Somos apenas un puñado
de votos...
La cantinela es antigua.
Si una mujer del Rincón de Ademuz tiene que parir puede elegir entre el
Hospital de Lliria, hora y media de deficiente camino, o el Hospital Polanco de
Teruel, a 'solo' tres cuartos de hora. Si les sale en internet algo de un
hospital en Torrebaja, déjelo, porque el asunto va de cuando en la guerra civil
crearon uno para asistir a los heridos del frente. Es verdad que ahora hay, por
fin, un convenio entre las consejerías de Sanidad de Aragón y Valencia; es
verdad que cientos de vecinos fronterizos encuentran alivio, desde Mirambel a
Casas-Ibáñez, con desplazamientos cruzados, generalmente bajando hacia el
mar... Pero no es un aliciente, no nos engañemos, ni para planear una familia
ni para dar estudios a los críos; ni para una dorada jubilación ni para fundar
un negocio. En la Canal de Navarrés, en la Serranía y el Rincón, en la plana de
Utiel-Requena y en el Maestrazgo entero, escasean y se extinguen las farmacias
y no hay mercados municipales; los bancos escatiman sus servicios y los
ambulatorios se encuentran con candil. Y si quieren, dedicamos otro artículo a
las deficiencias de la educación, que son gloriosas.
Teruel existe, desde
luego. Pero no se olviden que en el Rincón y la Serranía, en otras muchas
comarcas valencianas, hay gente que depende de Teruel, de Cuenca y Albacete,
para lo más elemental.