Advierten del "grave riesgo" de comer caracoles de la huerta valenciana
Alberto
Martínez-Ortí, profesor de investigación del Museu Valencià d'Història Natural
de Alginet, ha alertado de la peligrosidad de la recogida y el consumo de
caracoles terrestres, en las huertas del entorno de Valencia, por la presencia
de ratas parasitadas por el gusano pulmonar de la rata, Angiostrongylus
cantonensis, causante de la meningitis eosinófila.
Los
caracoles son el vector intermediario de este endoparásito, ha alertado el
profesor, que también es miembro de la Unidad de Parasitología Sanitaria de la
Facultad de Farmacia de la Universitat de València y especialista en vectores
de enfermedades parasitarias.
Este
nematodo puede ser transmitido por los caracoles al ser humano y causarle
meningitis eosinofílica, la cual es capaz de provocar una inflamación de la
membrana del cerebro y generar síntomas como convulsiones y lesiones cerebrales
muy graves, parálisis e incluso la muerte.
Recientemente
en otros países como Ecuador, se ha detectado en personas que enfermaron tras
consumir ceviche de caracol gigante africano, que fue introducido hace pocos
años en ese país.
En
las huertas de los alrededores de Valencia, y en localidades próximas de su
área metropolitana es habitual que los vecinos recojan caracoles comestibles
para consumo propio.
Aunque
por ahora sólo se han encontrado estos gusanos en ratas, reservorios del
parásito, es de "vital importancia" identificar si hay caracoles
parasitados -vectores intermediarios- ya que pueden infectar tanto a personas
como a otros animales.
Las
especies de caracoles que se consumen habitualmente en la zona de la huerta
valenciana son el caracol pato, el avellanenc, el caracol moro, el caracol
cristiano o la xoneta, "susceptibles de estar parasitados por el gusano,
vectorizarlo y causar meningitis a las personas", explica el profesor.
"Es
importante que las autoridades tomen conciencia del grave riesgo que supone la
presencia de este gusano parásito de ratas y caracoles en nuestra huerta, y se
tomen las medidas oportunas", ha añadido.
Alberto
Martínez-Ortí ha asegurado que en consecuencia, y debido a la posible presencia
de este gusano en estos caracoles, "es nuestro deber concienciar a la
población sobre la precaución, tanto en la recogida (por la baba y las heces)
como en su cocinado antes de comerlos".
Una
buena práctica preventiva sería cocinarlos a altas temperaturas, que evitará la
supervivencia del parásito antes de llegar a nuestro sistema digestivo. Otro
método es la congelación a temperaturas inferiores a 20 °C durante varios días, la cual erradica
la vida de las larvas de estos gusanos, como también ocurre con Anisakis, otro
nematodo que parasita el pescado.
Por
consiguiente, a su juicio, "es necesario realizar un estudio
parasitológico de los caracoles de la huerta que nos indique si están
parasitados y en que extensión geográfica, que nos permita tomar medidas más
drásticas respecto a su recolección y consumo".
Este
tipo de estudios ya se está realizando en Mallorca por la Universitat de les
Illes Balears y nuestro equipo de investigación, donde apareció este parásito
con anterioridad a Valencia. También tienen que prestar especial atención las
empresas que se dedican a la cría de estos caracoles en cautividad ante una
posible afectación por el gusano pulmonar de la rata.
En
relación con este tema, el próximo 24 de febrero, a las 19.00 horas, está
programada una conferencia del Dr. Martínez-Ortí titulada "Caracoles.
Atención, ¡peligro!", en el salón de actos del Museu Valencià d'Història
Natural en Alginet y en la que se tratará este problema sanitario parasitario y
de otros similares causados por caracoles de agua dulce en España.
El
equipo del profesor ya detecto el vector de la Schistosomiasis urogenital en
Almería y varios años después se han detectado casos autóctonos de esta
enfermedad en la zona. Se trata del caracol de agua dulce Bulinus truncatus, en
base al cual hemos presentado el mapa de riesgo de la enfermedad en la
península ibérica y Baleares.
Por lo tanto, ha finalizado, "casos de meningitis eosinofílica autóctonos podrían ocurrir en Valencia sino se toman medidas sanitarias preventivas necesarias, para lo que es importantísimo continuar investigando sus vectores".